Los lore más tristes de Champions de League of Legends (parte 2)

En la entrega anterior de esta serie de artículos estuvimos considerando la naturaleza de las historias de trasfondo (o lores) de cada uno de los campeones de League of Legends. Además, también abrimos la lista de los lores más tristes y oscuros de toda la franquicia. Esto según las opiniones que circulan en la comunidad de jugadores y en la web misma. 

Es por eso que si no has tenido aún la oportunidad de tomarte unos minutos para leer la Parte 1 de esta serie, te recomendamos que lo hagas. Principalmente para comprender un poco más la naturaleza de estas historias. Además, ¿vas a perderte el origen detrás de los grandes poderes de Rell y la maldición que solía decirse atormentaba al viejo Trundle? Vamos, ¡que el único afectado aquí serás tú!

Continuando con la lista

Traición, poder, maldiciones que acechan a un pueblo entero… vaya forma de abrir una lista sobre historias tristes y desafortunadas. Ahora, ya frescos tras una pequeña recapitulación en cuanto a lo tratado en la entrega anterior (y esperando que los lectores nuevos hayan revisado esta misma), continuemos entonces con más lores.

Skarner

Sí, es cierto que Skarner se ve atemorizante a simple vista. Aunque la historia de este champion y todos aquellos de su especie está teñida de valores que podemos asociar con la tradición, la familia y la importancia de nuestras raíces.

Los brackern son nobles criaturas ancestrales cuya raza cuenta en cada uno de sus individuos con el llamado de un cristal asignado. Un cristal en el cual residen los recuerdos, valores y convicciones de todos aquellos ancestros brackern que lo hayan llevado consigo.

En el lore de este champion, es mencionado en diferentes situaciones que los brackern son vistos por los mortales con temor y respeto. Incluso recibiendo ofrendas de parte de las especies mortales de sus alrededores. Aunque en un punto de la historia, las cosas parecen tomar una dirección completamente diferente. Un verdadero plot twist, como diríamos si de una película se tratara.

Cuando las especies mortales comienzan su guerra impulsada por los egocentrismos de la conquista y la expansión, los bracken deciden apartarse de todos esos “caprichos” sumergiéndose en un profundo sueño. Un letargo que duraría hasta que todo aquel sinsentido mortal llegase a un fin.

Ahora, con los bracken en un estado de hibernación sin fecha de conclusión, los mismos mortales que antes de aquellos tiempos de guerra le temían y respetaban, serían quienes llevarían terror a su pueblo.

Imágen vía Riot Games

Un genuino genocidio atraído por los cristales que cada uno de estos seres “inmortales” se encargaba de proteger para poder continuar el legado de la memoria colectiva grabado en cada uno de estos.

Así fue como los humanos, tomando ventaja de este estado de petrificación de los bracken, se encargaron de comenzar con la matanza y extracción de los cristales. Un episodio sangriento en el cual solo algunos hermanos y hermanas de Skarner pudieron defenderse del ataque. Incluído él, tras despertarse a consecuencia de los gritos y alaridos de agonía en “batalla” de su pueblo.

Aunque no muchos sobrevivieron el indigno ataque sorpresa de los mortales. No muchos… por no decir solo él. El único superviviente de un genocidio y destrucción cultural de una especie entera.

Tras el ataque, Skarner  ahora solo contaba con dos verdades en su mundo: una, que vengaría la pérdida de todo su pueblo. Otra, que recuperaría todo lo robado, cada uno de los cristales. Cada una de las piezas de esa memoria colectiva construida por los bracken por generaciones.

Skarner sólo seguiría el llamado de los cristales a la distancia hasta encontrarlos, tal como cuando llegaba el momento en la vida de un bracken en la cual se le era asignado uno para protegerlo.

Sólo que esta vez el motivo del llamado no era el de proteger a un cristal y el legado inscripto en su interior; sino vengar el recuerdo de cada uno de los caídos en batalla.

Orianna

La historia de Orianna es una que realmente golpea cerca de las emociones. No solo por la constante pérdida de la identidad de la muchacha a lo largo de su enfermedad, sino por la característica de sacrificio por los demás que la identifica.

Hija de un eminente artesano de extremidades robóticas, Orianna siempre contó con un espíritu aventurero y una gran creatividad la cual empleó en ayudar a su padre con el negocio familiar.

Aunque la muchacha no limitaba sus habilidades artesanas a solo ayudar a su padre en la construcción de extremidades robóticas, sino en expresar sus sentimientos internos. En especial los relacionados al baile, aquella forma de expresión que le inspiraba la libertad y aventura que tanto buscaba en su vida.

Pero su padre, al contrario de ella, era un hombre muy cauteloso y consciente de los peligros que la ciudad que los rodeaba significaban para ellos. Y esta misma cautela del hombre era lo que para la muchacha significaba una traba hacia esa aventura anhelada.

Aunque los límites impuestos por su padre no serían suficientes para detenerla al enterarse de la fuerte necesidad que las personas de la ciudad de Zaun estaban atravesando: un fatal accidente había liberado una cantidad letal de gas tóxico y la gente estaba muriendo.

Oriana sintió la necesidad de ayudar.

Así fue como la muchacha comenzó a escaparse a la ciudad con el objetivo de reparar tanques de oxígeno y dedicar sus habilidades artesanas para ayudar a quien lo necesitara. Pero no todo fue luz en los intentos de la muchacha por ayudar a los demás: la gran exposición al gas tóxico había arruinado sus pulmones con el paso del tiempo.

Ahora todo había quedado en manos de su padre, quien comenzó a buscar una solución desesperada. Una solución que se manifestaría en uno de los proyectos más ambiciosos de su carrera: unos pulmones robóticos completamente funcionales.

Pero para el lamento de ambos, lo que comenzó como un par de pulmones, continuó como la necesidad de reemplazar casi la mayor parte de los órganos de la muchacha. La enfermedad se extendía en todo su cuerpo y, a medida que el frío metal reemplazaba lo que en algún momento fue piel y carne, la identidad de Oriana se fue disipando.

Imágen vía Riot Games

Aunque la desgracia no se detuvo ahí: las fuertes necesidades que la enfermedad de la muchacha generaron habían destruido el negocio familiar, y  la vitalidad del padre de la muchacha.

Y dentro de esa misma desgracia, parecía que todo encajaba a la perfección para que la naturaleza sacrificada de la muchacha se encargara una vez más de los problemas:

En una situación en la que el único rastro de humanidad que le quedaba era su corazón, su padre necesitaba justamente aquello: un corazón sano con el cual seguir viviendo. Así que eso fue lo que le dió, y ella misma se encargó de la cirugía.

Su cuerpo ya no era suyo y sus recuerdos e identidad parecían ser historias que alguien le había contado alguna vez. La muchacha que había sido residía en ella en experiencias que sentía le pertenecían a alguien más.

Pero el legado de lo que alguna vez fue ahora latía dentro de su padre. Además de girar en aquel figurín de un bailarín eterno que le dejó antes de partir para que recordara aquellas visitas al teatro. Aquellas aventuras que despertaron su creatividad y hambre por explorar el mundo.

Imágen vía Riot Games

Hasta este punto en la lista hemos experimentado muchas emociones a través de diferentes historias marcadas por la traición, la pérdida y el sacrificio de uno mismo por el bien de quienes amamos.

En la próxima entrega de esta serie de artículos, estaremos echando un ojo a más lores de campeones con cierto tinte triste u oscuro, o incluso con una mezcla de ambos. Es por eso que si te has quedado con ganas de más, ya sabes qué hacer: guarda este artículo en favoritos y procura chequear Fragster.es dentro de poco.

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