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¿Es viable jugar en una Mac hoy en día?

Jugar en una Mac no resulta exactamente ideal, pero probablemente ya sepas esto. Si estás leyendo este artículo, es... FragsterES | 7. marzo 2022

Jugar en una Mac no resulta exactamente ideal, pero probablemente ya sepas esto. Si estás leyendo este artículo, es muy probable que sea por necesidad más que por mero masoquismo. Puedes jugar en una Mac, aunque esto no significa que debieras.

Si realmente eres alguien serio en cuanto al gaming respecta, entonces deberías ser sabio y evitar este sistema operativo tan atractivo de forma completa; simplemente no se encuentra construído para estas cosas.

De todas formas, existe un sorprendente número de personas alrededor del globo que dependen de sus dispositivos Mac que solo quieren disfrutar un poco del gaming de forma paralela. No necesariamente esperan poder correr Cyberpunk 2077; algo mucho más modesto podrá ser soportado.

En este caso, aunque sea difícil de creer, la situación se torna considerablemente más complicada siendo que un poco de gaming ligero es posible, aunque la compatibilidad y desempeño de los dispositivos dejan mucho que desear, realmente.

En pocas palabras, puede que consigas jugar el juego que quieres en tu dispositivo Mac, aunque también es posible que este no corra tan bien como lo esperas, como es necesario para poder contar con una experiencia de juego acorde al disfrute del usuario. Esto ha sido una suerte de leitmotiv a la hora de jugar en una Mac: bueno (en el mejor de los casos), pero lejos de ser óptimo.

BootCamp: una cosa del pasado (desafortunadamente)

Por los siglos de los siglos (en la era post-PowerPC), todas las Macbooks estaban equipadas con nada más que procesadores intel y tarjetas gráficas integradas (ya sea de las variedades UHD o Iris). Éstas, por supuesto, resultaban imposibles de usar para jugar.

Tiempo después, Apple se comenzó a relacionar con AMD y, casi de un momento para otro, uno podría hacerse con una MacBook Pro sorpresivamente fuerte; una que estaba equipada con un GPU sorprendentemente potente. Para el final de la era de Intel, los usuarios de Macbook podían subir las características de sus dispositivos hasta una AMD Radeon Pro 5600M con 8GB de memoria HBM2 y un flamante procesador i9 de 8 núcleos con un Turbo Boost de hasta 4.8Ghz–un número que raramente podría ser sostenido.

En este tipo de situación, el BootCamp (una función interna para instalar Windows y correr un inicio dual del equipo) definitivamente resultó ser muy útil. Uno podía poner su potente hardware en uso y jugar casi como lo harías en cualquier otro dispositivo de Windows sin tener que atravesar una gran baja en cuanto a el desempeño.

Aunque después llegó el 2020, un año que no solo cambió al mundo sino que también a Apple. Marcó su tercer (y más impresionante) cambio en arquitectura: por primera vez, Apple comenzó a usar su propio silicon. Prometieron un desempeño de otro mundo y, honestamente, cumplieron con su palabra.

No fue un montón de sinsentido marketinero. Por lo contrario, fue un anticipo del futuro al que todos estuvimos inmediatamente atraídos.

Aunque el gaming en los dispositivos de la compañia tomó un lugar en segundo plano. Si jugar videojuegos en un dispositivo Mac ya era desalentado en el pasado, ahora se había convertido en un esfuerzo casi imposible de alcanzar.

The M1 Era

Como siempre, un diseño atemporal

La era M1

Pero antes de sumergirnos de lleno en el territorio de las referencias, primero es necesario hablar un poco sobre el SoC en base a la arquitectura ARM de Apple: el M1. Cuenta con un procesador de 7 u 8 núcleos. Eso, en papel, no significa nada. En realidad, es casi tan poderoso como una NVIDIA GTX 1650 Ti. Y, en cuanto a características respecta, esto es increíblemente impresionante, aunque es imposible decirlo en base a su performance en gaming.

El problema más grande con este equipo es el soporte (siempre ha sido de esta forma con Apple). Los softwares optimizados para la M1 corren de maravilla. Cualquier cosa que sea x64/x86 correrá a una velocidad cerca de la nativa, pero realmente depende del desarrollador y otros factores de los cuales la mayoría no están dentro del control de usuario.

Los desarrolladores más grandes del mundo ahora mismo se encuentran adaptando sus softwares al procesador M1 de Apple, lo cual significa que los videojuegos no se encuentran en la cima de la lista de prioridades. Lo estamos poniendo de forma suave aquí. Entonces, ¿cuáles son las opciones?

Gaming on a Mac

Jugar en una Mac, versión 2021-2022

El proceso de BootCamp ya no está disponible, lo cual significa que cargar Windows de forma paralela simplemente ya no es una opción (por lo menos sin tener que correrlo a través de una máquina virtual). Entonces, el usuario tiene que encontrar juegos que hayan sido adaptados o que corran a través de Rosetta 2 (es decir, emularlos).

Esta primera técnica suele ser muy buena siendo que ofrecerá el mejor desempeño posible, pero la lista de títulos disponibles para ésta es escasa. La última resulta buena porque es posible correr todo tipo de juegos pero, dependiendo del título, el desempeño del dispositivo a la hora de correrlo puede que no sea tan bueno.

El GPU integrado en el M1 de Apple es sorpresivamente poderoso, pero si tiene que correr juegos a través de una capa de emulación, una gran parte de su potencial se pierde directamente desde el vamos. De todas formas, uno aún puede correr juegos triple A de cierta antigüedad, por lo cual hay una cantidad suficiente de poder para llegar a FPS aceptables.

Puedes chequear un video de referencia bastante completo aquí, cortesía del YouTuber MrMacRight.

Ori and the Blind Forest (con una emulación a través de Parallels), Path of Exile (Rosetta 2), y muchos otros grandes juegos son jugables, algunos de los cuales pueden correr incluso en 1080p. Esto demuestra qué tan capaz el M1 es. ¡Realmente increíble!

Es entonces que, con el paso del tiempo, más desarrolladores se subirán a bordo del hype-train de la tecnología ARM, por lo cual uno puede esperar que un montón de títulos (tanto nuevos como viejos) sean actualizados. Aunque el hecho de si esperar vale la pena depende de cada uno.

En el caso de estar interesado en jugar títulos indie más que juegos intensos de la naturaleza de los esports, el M1 ya es una gran opción. Aunque, bueno; quizás “gran” no es la mejor palabra para describirlo, pero definitivamente puede cumplir con su trabajo.

¿Es este el futuro?

Lo es, y estamos encantados de que esté sucediendo. Incluso si significa que jugar videojuegos en una Mac ya no sea completamente viable (por lo menos por el momento). La cuestión es que el M1 de Apple es sorpresivamente poderoso. Incluso sin mover un montón de poder, éste cuenta con grandes métricas de desempeño.

Ahora, una gran parte de éste es raramente usado siendo que pocos juegos han sido optimizados para él, pero esto podría ciertamente cambiar para mejor en los próximos meses o años. El hecho de que Bizarro haya decidido adaptarse al M1 desde el día del lanzamiento de World of Warcraft: Shadowlands resulta ser una señal prometedora para el futuro.

Aún seguimos un poco alejados de un futuro en el cual la arquitectura ARM tome el control por completo, pero nos estamos acercando y el M1 de Apple es tan solo el comienzo.