El antiguo debate continúa: ¿PC Gamer de escritorio o Laptop?

El hecho de si uno debe jugar en una laptop gamer o en una PC de escritorio es un debate que se siente casi tan antiguo como el mismo tiempo, a pesar de que solo ha estado presente durante aproximadamente una década y media. Las laptop gamer, en pocas palabras, no existían previamente a ese período de tiempo. Afortunadamente, gracias a Alienware y Razer, se creó un nuevo tipo de producto y el resto, como dicen, es historia.

Aún así, las laptop gamer de antaño eran toscas, tenían un diseño espantoso, eran gruesas como un bate de béisbol y pesaban tanto como el Monte Olimpo. No eran exactamente un espectáculo para los ojos doloridos y esa tendencia continuó hasta bien entrada la década de los 2010.

Hoy en día, sin embargo, la mayoría de las laptop gamer no solo son livianas, sino que también son tan elegantes y delgadas como uno pueda imaginar. Están increíblemente bien diseñadas y son más potentes que nunca gracias a los numerosos avances tecnológicos presentes durante los últimos años.

Entonces, el dilema de si uno debería jugar en una PC gamer de escritorio o en una de estas laptop gamer ya no es tan prominente como lo era en el pasado.

Algunas personas son pro-PC. Ni siquiera pueden imaginar jugar en una máquina portátil. Otros, sin embargo, prefieren la ligereza y la flexibilidad con las que cuentan las laptop gamer. De todas formas, una cosa debe ser aclarada desde el vamos: ambos grupos tienen razón en sus propias formas. Si algo funciona para uno o no, depende en gran medida del uso que se le dé a estas máquinas. Afortunadamente, la tecnología de la que hablamos aquí es tan avanzada que uno puede jugar cómodamente sin importar la ruta que se elija.

Entonces, tomemos un enfoque algo diferente esta vez y enumeremos los mayores pros y contras de cada opción para que puedas discernir mejor cuál se adapta a tus necesidades.

Una introducción rápida al TDP [Poder de diseño térmico]

Antes de profundizar en todo el lío que esta pieza conlleva, es aconsejable repasar primero uno de los factores más importantes cuando se trata de juegos e incluso del propio hardware: TDP.

TDP significa poder de diseño térmico (o Thermal Design Power en inglés) e indica la cantidad máxima de calor que un componente (procesador o tarjeta gráfica, en este caso) puede generar y mantener dada su supuesta solución para enfriamiento.

Los watts se utilizan como unidad de medida y, en la mayoría de los casos, cuanto mayor sea el número, mejor será la experiencia de juego en general. Esto es especialmente cierto en el caso de las laptop gamer, ya que cuentan con soluciones de enfriamiento limitadas.

Es por eso que si una de estas laptop gamer no es particularmente gruesa o no tiene una solución de enfriamiento muy buena, el fabricante a menudo «bajará» el rendimiento de su procesador y/o tarjeta gráfica para garantizar velocidades de reloj estables y temperaturas aceptables. A medida que aumentan las temperaturas, la velocidad del reloj disminuye de forma invariable. Contar con una buena solución para enfriamiento es, por lo tanto, de suma importancia.

Una diferencia en cuanto a refrigeración

Enfriar una PC Gamer de escritorio resulta «fácil»: hay un montón de coolers de posventa de gran calidad de la mano de compañías tales como Noctua, Cooler Master, etc. Por otro lado, las laptop gamer no se pueden personalizar de esta forma; básicamente te quedas con lo que puedes ver a la hora de comprar. Uno puede intentar mejorar la situación ajustando el BIOS, instalar curvas de ventilador manuales y reducir el voltaje del CPU/GPU, pero todas estas soluciones resultan ser ciertamente limitadas.

Definitivamente son de gran ayuda para aquellos que son un poco más expertos en tecnología, aunque de ninguna manera son una solución al estilo “deus ex machina”. Si una computadora portátil tiene una solución de enfriamiento mala (o insuficiente), ninguna cantidad de retoques cambiará la situación.

Entonces, si uno está buscando jugar en una laptop y tiene los ojos puestos en un modelo en particular, es muy importante conocer el TDP de sus dos componentes más importantes (para poder jugar videojuegos en él): el procesador (CPU) y la tarjeta gráfica (GPU) . Esta única cosa es a menudo la diferencia entre una experiencia de juego terrible y una maravillosa.

Algunas computadoras laptop gamer delgadas y livianas (tal cosa existe, lo creas o no) cuentan con una CPU que trabaja a unos míseros 15 W, lo que definitivamente limita en gran forma sus GPU más potentes (y que consumen mucha energía). Y eso, sin dar muchas vueltas, no es receta para ningún tipo de éxito.

Con estos importantes tantos aclarados, ¡volvamos a lo nuestro!

Laptops Gamer | Pros y contras

La mayor ventaja que viene con las laptop gamer es su inherente portabilidad. Si eres alguien que viaja a menudo, o un estudiante al que le gusta jugar, entonces realmente no hay una mejor opción. Las computadoras portátiles para juegos se pueden usar tanto para la productividad (cargas de trabajo versátiles y varias situaciones de uso) como también para juegos, lo cual resulta ser una combinación única; una que definitivamente cuenta con un valor superior.

Además, estos modelos ya no se quedan cortos en cuanto a su destreza en el mundo del gaming. Hoy en día, los mejores de su tipo incluyen CPUs de ocho o incluso diez núcleos y tarjetas gráficas de gran capacidad, ¡hasta incluso hay algunos que cuentan con RTX 3080 móvil! Eso es bastante potencia y será más que suficiente incluso para los títulos Triple A más exigentes tales como Cyberpunk 2077, Red Dead Redemption 2, Control, Assassin’s Creed Valhalla, entre otros.

De todas formas, estos no están exentos de un par de complicaciones. Aquí es donde entran en juego las desventajas que rodean a estas máquinas. Algunas laptop gamer son más ruidosas de lo que uno pudiera imaginar, y la mayoría de ellas se calientan bastante después de un par de horas de uso. También son difíciles de reparar y no se pueden mejorar o modificar, ni tampoco cambiar ningún componente interno que no sea RAM y almacenamiento.

Finalmente, está el precio. Las laptop gamer son mucho más caras que las PC para juegos. A menudo, no resultan ser una buena oferta desde el punto de vista de la relación precio-calidad y siempre está pagando algún tipo de adicional «solo» porque son portátiles.

¿Es acaso una compensación que valga la pena? Eso depende en gran medida del escenario de uso personal, pero para la mayoría de las personas no lo es, por lo que gran parte de los usuarios optan por construir una PC Gamer de escritorio.

PC Gamer de escritorio | Pros y contras

Los mayores beneficios de construir una PC de escritorio es que uno puede elegir los componentes adecuados para su construcción. Y, mejor aún, nunca se perderá rendimiento: se obtiene lo que se paga. Demonios, a veces incluso se llega a tener más de lo que vale el equipo en moneda si se invierte un poco de tiempo y se optimiza el hardware. Definitivamente vale la pena, ¿quién no quisiera conseguir un mejor rendimiento de forma gratuita?

En una PC de escritorio, el usuario sabe qué esperar de todos y cada uno de los componentes que está comprando. Sin embargo, en una laptop existen numerosos factores que no están bajo el control del mismo, y no siempre se sabe qué tan bien funcionará una determinada pieza de hardware hasta que se la compra.

Y claro, es posible ver un video completo de referencia en YouTube (o leer un review detallado en algún lugar en línea), pero esta no siempre resulta ser una opción disponible si se está buscando comprar un modelo muy específico que no es elogiado por donde se vea, y que tampoco es caratulado como la próxima “gran cosa».

Las computadoras portátiles de Razer siempre obtendrán mucha cobertura, pero una opción de nivel medio de, por ejemplo, Dell o Asus no recibirá tanta atención. Así que su millaje puede variar.

Finalmente, entra en juego la capacidad de ser reparada y mejorada.

Si un determinado componente falla o comienza a tener un rendimiento bajo, uno siempre puede pasear tranquilamente hasta la tienda de tecnología local y simplemente comprar un repuesto. ¡Tener este tipo de control sobre el hardware es uno de los principales placeres de la vida! En el caso de las portátiles, por otro lado, el usuario no puede cambiar nada en absoluto. Si necesita más potencia en una computadora portátil, tendrá que comprar una nueva. Realmente no hay otra opción. Sin embargo, si se necesita más potencia en una PC de escritorio, simplemente se puede mejorar las cosas poco a poco al propio ritmo y tiempo libre de cada uno.

Las PC Gamer de escritorio no vienen con tantas fallas y obstáculos como las laptop gamer. Si hay un problema (y realmente estamos siendo quisquillosos aquí), diríamos que el mercado de hardware a menudo tiende a fluctuar, lo que afecta de forma directa los precios y la disponibilidad. Aún así, esta es una complicación insignificante.

Si eres alguien que no necesita jugar mientras viaja o no necesita de tanta movilidad, entonces una PC Gamer de escritorio es el mejor camino que se puede tomar.

Por otro lado, si eres es alguien que viaja a menudo (o es nómada de alguna u otra forma) y también resulta que es gamer, entonces una portátil es prácticamente su única opción.

¡Por suerte estas máquinas portátiles definitivamente pegan duro y manejan fácilmente cualquier título que uno pueda lanzarles!